«Teleformación para docentes», publicado por Ideaspropias Editorial, es el nuevo libro de Cristina De Alba Galván. Licenciada en Psicología, experta en e-learning y en dirección y gestión de recursos humanos. De Alba tiene amplia experiencia profesional abarca desde el diseño y coordinación de programas formativos hasta la administración de plataformas de e-learning.
La también coautora del libro «Inserción laboral, sensibilización medioambiental y en la igualdad de género» (Ideaspropias Editorial, 2018) ha hablado con ANCYPEL sobre este manual práctico que aborda los conceptos básicos y las herramientas necesarias para impartir formación en línea.
El libro, dirigido a docentes de cualquier materia, ofrece una visión global del e-learning y su evolución. También explica cómo funciona una plataforma de teleformación, cómo seleccionar contenido multimedia preexistente o cómo crear contenidos propios. Además, el manual ofrece estrategias de acción tutorial para facilitar el aprendizaje del alumnado y consejos para diseñar actividades y evaluaciones digitales.
¿Qué le motivó a escribir el libro "Teleformación para docentes”?
Mi principal motivación fue ofrecer a los docentes las herramientas y conocimientos necesarios para no solo adentrarse en la formación e-learning, sino también progresar en este entorno tan dinámico. Este libro busca ser una guía integral, desde los conceptos fundamentales de la formación online hasta las técnicas avanzadas de diseño de recursos formativos.
El libro está diseñado para ser una guía práctica y motivadora. A través de mi experiencia, espero ayudar a los docentes a transformar sus métodos de enseñanza, aprovechando al máximo las nuevas tecnologías y enfoques didácticos.
¿Cómo percibe la evolución del e-learning a lo largo del tiempo y cuáles considera que son las tendencias actuales en este campo?
La evolución del e-learning ha sido muy notable en los últimos años, con avances significativos en tecnología, pedagogía y accesibilidad. Se ha pasado de plataformas básicas en las que se subían contenidos poco interactivos que no motivaban a los estudiantes a plataformas interactivas que permiten la colaboración entre todos los participantes, facilitando experiencias de aprendizaje mucho más enriquecedoras.
En cuanto a las tendencias actuales destacaría el microlearning, que consiste en lecciones cortas y muy específicas que se adaptan a la atención limitada y al tiempo de los estudiantes, las estrategias para hacer contenidos más atractivos y mejorar la experiencia de aprendizaje (como gamificación, simulaciones, videos interactivos, uso de realidad virtual y de realidad aumentada, etc.) y el aprendizaje social que facilita la colaboración entre estudiantes.
Entre las tendencias que buscan mejorar la efectividad y la experiencia del aprendizaje online también podría señalar la mayor atención que cada vez se presta a la accesibilidad y el uso de Inteligencia Artificial y analítica de datos para personalizar los contenidos y evaluar el aprendizaje.
En su experiencia, ¿cuáles son las ventajas más destacadas de la teleformación para los docentes y para los estudiantes?
Tanto para docentes como para estudiantes, considero que la principal ventaja es la flexibilidad, adaptando la formación a las necesidades de las personas, salvando barreras geográficas y horarias. Esto permite un acceso universal a la formación.
Otras de las grandes ventajas de la teleformación son la posibilidad de personalizar el aprendizaje y los contenidos, adaptándose al ritmo y estilo de aprendizaje de cada estudiante, y la variedad de recursos didácticos que pueden utilizarse, como vídeos, animaciones u otros recursos interactivos, que hacen que el aprendizaje sea más atractivo y efectivo.
¿Podría compartir alguna experiencia personal o profesional que haya influido en su enfoque hacia la teleformación?
Como alumna, recuerdo mis primeras formaciones online y la sensación de «estar abandonada a mi suerte». No tenía un tutor que me guiara en el proceso de aprendizaje o me propusiera retos a alcanzar. Tampoco tenía compañeros con los que intercambiar experiencias o conocimientos. Simplemente disponía de un material aburrido en formato digital y unas actividades a resolver. Estas primeras experiencias fueron determinantes cuando comencé a dedicarme profesionalmente al e-learning, ya que desde el inicio tuve claro que debía buscar la calidad no solo en los recursos y materiales didácticos, sino también en la tutorización y el acompañamiento de los estudiantes. Desde el principio de mi trayectoria profesional sabía que una formación online debe proporcionar un entorno de aprendizaje social y motivante para los estudiantes.
El libro aborda diversos temas, desde la introducción al e-learning hasta el diseño de actividades digitales. ¿Cuál considera que es la sección más crucial o impactante para los docentes que se aventuran en la teleformación?
¡Todas! Todos los temas abordados en el libro, en la medida de lo posible, están enfocados a su aplicación práctica. Creo que las secciones más impactantes para los docentes pueden ser aquellas dedicadas al diseño y creación de contenidos y a las estrategias de tutorización, ya que incluyen muchísimos ejemplos y aplicaciones prácticas que van a poder poner en marcha desde el primer día.
¿Cómo se pueden superar los desafíos comunes que enfrentan los docentes al pasar de la formación tradicional a la teleformación?
Siendo curiosos y no teniendo miedo a probar. Pasar de la formación presencial al e-learning implica que los docentes deben adoptar el papel de investigadores, indagando y probando diferentes plataformas y herramientas para conocerlas y determinar cuáles se adaptan mejor a sus necesidades. Otro consejo sería que fueran alumnos antes que teleformadores, es decir, que realizaran diferentes cursos online para tomar ideas, analizar qué funciona y qué no funciona.
En el capítulo sobre trabajo colaborativo, se mencionan varias herramientas como Facebook, YouTube, etc. ¿Cuáles considera que son las más efectivas y por qué?
No hay una respuesta absoluta. Como hemos hablado antes, una ventaja del e-learning es su capacidad para personalizar el aprendizaje. Lo que funciona para un perfil de alumnos no tiene por qué funcionar para otros. Lo importante es el objetivo que se pretende conseguir: aprendizaje mediate la colaboración entre los participantes.
Las herramientas son solo herramientas, debemos fijarnos en para qué las necesitamos, por ejemplo, para fomentar la interacción y el intercambio de opiniones entre los estudiantes, para colaborar en la resolución de un problema o actividad, para la construcción social de conocimiento...
¿Qué consejos prácticos podría dar a los docentes que desean diseñar actividades de aprendizaje digitales y utilizar técnicas de evaluación a través de soportes digitales?
Que pongan el foco en el alumno y en sus objetivos de aprendizaje. Es un error muy frecuente centrarse en las actividades o las pruebas de evaluación sin tener en cuenta a los alumnos. Es decir, los docentes se van al contenido y de ahí extraen preguntas o casos prácticos, cuando la primera pregunta a plantearse debe ser «¿Qué es lo que debería haber aprendido el alumno?». El consejo sería guiarse siempre por los logros a alcanzar y, desde ahí, plantear situaciones para practicar o evaluar.
¿Cuál es su opinión sobre la importancia de la evaluación en la formación online y cómo aborda este tema en el libro?
La evaluación es fundamental, no la calificación. No se trata de hacer un test y sacar un 60% de respuestas correctas y superar así el curso. Se trata más de un proceso evaluativo o autoevaluativo que permite, tanto al docente como al alumno, identificar su nivel de progreso. La evaluación permite a los docentes monitorizar el desempeño de los estudiantes, saber qué objetivos ha alcanzado y cuáles están pendientes, y ajustar tus estrategias si fuera necesario.
Dada su experiencia en dirección y gestión de recursos humanos, ¿cómo ve el impacto de la teleformación en el ámbito laboral y las oportunidades que ofrece a los profesionales?
El impacto de la teleformación en el ámbito laboral es extraordinario, porque contribuye al desarrollo de las personas y de los equipos ajustándose a sus necesidades. El e-learning permite lo que se conoce como formación just-in-time que no es otra cosa que aprender lo que se necesita, justo cuando se necesita. Además, también posibilita crear entornos personalizados de aprendizaje y experiencias de aprendizaje colaborativas entre compañeros.
El e-learning ofrece soluciones prácticas que permiten a las personas actualizarse en su profesión y estar en continuo aprendizaje, adaptándose a sus circunstancias.
