"Ha llegado el momento en que se destierre de una vez la idea de que la enseñanza abierta es de inferior calidad que la presencial"


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Antonio Mayoral Serrate, Director general del Grupo MasterD reivindica en esta entrevista el valor de la formación no presencial de máxima calidad.

REDACCIÓN TUMASTER.COM 23.04.2020 10:56
Publicado en Educaedu

antonio mayoral serrate

Antonio Mayoral Serrate ejerce como Director general del Grupo MasterD. Formado como ingeniero eléctrico por la Universidad de Zaragoza, asegura que su verdadera pasión es la gestión de empresas dedicadas a la formación de personas. Exprofesor apasionado por la educación, cree en el trabajo en equipo y en el valor de las personas para alcanzar cualquier meta. En esta entrevista reivindica el valor de la formación no presencial de máxima calidad.

¿Cree que el perfil del aspirante que se presenta a oposiciones en España ha cambiado de forma sustancial a lo largo de los últimos años? En caso afirmativo, ¿en qué sentido diría que lo ha hecho?

Sí ha cambiado. Especialmente a raíz de la crisis del 2008. En ese momento personas que llevaban diez o veinte años trabajando en la misma empresa se quedaron sin su puesto porque la compañía quebró o tuvo que reducir plantilla. Muchos de ellos tenían edades entre 40 y 55 años y eran conscientes de que sus expectativas a corto o medio plazo eran poco halagüeñas. Solo tenían dos salidas: el emprendimiento o la preparación de una oposición. Muchos optaron por esta segunda opción buscando la seguridad económica y familiar necesaria.

¿Cómo está evolucionando la distribución entre la modalidad presencial y a distancia y online en el contexto de la formación para oposiciones? ¿Y en el caso de los cursos profesionales?

Mi respuesta es idéntica tanto para las oposiciones como para los cursos profesionales. Nuestro público mayoritario son nativos digitales. Tienen unas habilidades y una natural intuición para el uso de las herramientas digitales, de manera que no les intimida la formación a distancia. Al contrario, este público tiene una fuerte relación de dependencia con las nuevas tecnologías, que utilizan para informarse, estudiar, relacionarse, comprar y entretenerse.

Creo que ya ha quedado superada la distinción entre modalidad presencial y a distancia. La mayoría de los estudiantes asumen naturalmente la formación online. La diferencia en este momento se encuentra entre los que ofrecen un entorno virtual de aprendizaje excelente y los que simplemente se dedican a replicar los modelos tradicionales de formación presencial bajo el barniz de una aparente formación a distancia.

"La diferencia se encuentra entre los que ofrecen un entorno virtual de aprendizaje excelente y los que simplemente se dedican a replicar los modelos tradicionales de formación"

¿Cómo afectan estos cambios a las prácticas en empresas que realiza el alumnado?

A las empresas no les interesa cómo se han formado los alumnos. Las organizaciones necesitan comprobar que los conocimientos y habilidades adquiridas son las adecuadas para el desempeño profesional. En definitiva, las compañías valoran cada vez más las actitudes relacionales que aportan los candidatos. Cada vez el trabajo en equipo es más cotizado y las personas que adolezcan de este tipo de cualidades tienen más complicado el acceso al mercado laboral. Por eso en MasterD trabajamos con el alumno en esta dirección. Por supuesto, las competencias profesionales de los candidatos siempre serán importantes, pero, en igualdad de condiciones, quien demuestre actitudes sobresalientes de liderazgo personal y de capacidad para el trabajo en equipo tendrá mucha ventaja sobre el resto.

¿De qué manera ha impactado la emergencia sanitaria causada por el COVID a su institución: canales y procedimientos de comunicación y captación, modalidades de financiación, oferta formativa, procesos de formación-aprendizaje.? ¿Y lo ha hecho en la misma medida para quien está preparando una oposición y para quien sigue un curso profesional?

Tengo que subrayar que esta emergencia ha aparecido cuando la empresa se encontraba en el mejor momento de sus veintiséis años de historia. Afortunadamente, la experiencia de la crisis de 2008 nos condujo a que nuestro extraordinario crecimiento en los últimos seis años se haya producido de manera cautelosa y rigurosa económicamente. Esta realidad nos concede la serenidad de no vernos acuciados por inversiones que se hubieran afrontado con anterioridad.

Por otra parte, nuestra estructura organizacional simplifica este tipo de situaciones críticas. Funcionamos por equipos de trabajo autoliderados en los que se estimula el liderazgo personal y la autonomía de cada uno de los equipos. Este tipo de dinámicas y actitudes están siendo determinantes para que la organización no se haya resentido hasta la fecha.

Desde el primer momento, nuestros más de 700 colaboradores se encuentran teletrabajando; exceptuando, claro está, a las personas que imprimen y envían nuestros textos. Y lo más importante, sin tener que aplicar ninguna medida que afecte a nuestro personal.

En cuanto a los alumnos, nuestro modelo docente está perfectamente diseñado para una situación como la que estamos viviendo estos últimos meses. Me atrevo a asegurar que ni un 5% de nuestros estudiantes está notando diferencia alguna en nuestros servicios. Ciertamente, contamos con alumnos a los que les ayuda la relación personal con sus entrenadores en nuestras sedes presenciales, pero nuestro campus virtual es en realidad una comunidad de aprendizaje. Por tanto, si el alumno lo desea, siempre va a contar con el estímulo y el apoyo del personal de MasterD.

"Tenemos que ayudar en la medida de lo posible a que nadie se quede sin formación por esta crisis"

Los alumnos que preparan oposiciones están más inquietos, sobre todo aquellos que llevan largo tiempo estudiando y que se encuentran en disposición de acceder con garantías a los procesos de concurrencia competitiva. Para ellos, es una incertidumbre lo que pueda ocurrir en cuanto a las fechas previstas para la realización de este tipo de pruebas. Desde el punto de vista de la captación de nuevos alumnos, hemos revisado nuestras tarifas y fórmulas de pago para adaptarnos a tan extraordinarias circunstancias. En este sentido, hemos facilitado descuentos en nuestros cursos, reducido las cuotas de entrada e incrementado los plazos para pagar el importe total de la formación. Tenemos que ayudar en la medida de lo posible a que nadie se quede sin formación por esta crisis.

¿Cuáles de los aprendizajes asimilados por las instituciones educativas se incorporarán a los procesos habituales del sector después de la crisis? ¿Puede poner algún ejemplo concreto de su institución?

Esta crisis está resultando un altavoz para muchas instituciones que, amparadas en su supuesto prestigio, se habían acomodado en sus dinámicas de trabajo y apenas habían evolucionado en los últimos cincuenta años. MasterD cuenta con más alumnos que algunas universidades y los propios alumnos son los que día a día nos indican las acciones de mejora que deberíamos aplicar por ejemplo en el campus virtual. Esta actitud cercana y crítica por su parte nos obliga a evolucionar sin descanso. Posiblemente, otro tipo de instituciones oficiales no dispongan de estos canales de comunicación directos e individualizados y por eso tenga mayor dificultad en aplicar esta frescura en su gestión. Estoy seguro de que muchos de los esfuerzos que los docentes de todos los centros vienen realizando en estos días, servirán para volcar estos nuevos aprendizajes a la tradicional enseñanza presencial.

¿Cómo cree que el sector de la formación española debe afrontar el reto que en este momento se le plantea a nuestro país?

Lo diré de manera categórica. Ha llegado el momento en que se destierre de una vez la idea de que la enseñanza abierta es de inferior calidad que la presencial. No es la modalidad lo que hace a una enseñanza excelente sino las personas que sostienen el modelo formativo. Todos tenemos experiencia de haber sufrido soporíferas clases presenciales que apenas nos han aportado conocimientos o actitudes. Y, viceversa, hemos disfrutado con otras. Igualmente ocurre con la modalidad abierta. Dependerá su virtualidad de la profesionalidad y la dedicación de quienes se relacionen con el alumno.

En cualquier caso, la tecnología hace tiempo que vino para quedarse. Este virus nos ha recordado que quienes no hayan asumido las ventajas que aportan las nuevas tecnologías tal vez no tengan una segunda oportunidad.