Ignacio Campoy: «Hace 20 años, muy pocos apostábamos por un modelo educativo donde el alumno se convierte en el eje del aprendizaje»

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Ignacio Campoy

La Razón | Domingo, 10 Octubre 2021

La institución académica Formación Universitaria cumple su 20 aniversario liderando la formación no presencial en nuestro país. Más de 600 programas formativos y más de 100.000 alumnos que superan los 80 países de procedencia han pasado por sus aulas virtuales. Una apuesta arriesgada que pocos entendieron entonces, pero que su CEO, Ignacio Campoy, sí tuvo claro desde el principio.

Hace 20 años Formación Universitaria (FU) abrió la brecha de una auténtica revolución: la formación no presencial como fórmula de aprendizaje. No muchos creían en esta apuesta, ¿cierto?

Pues la verdad es que sí, no era lo más fácil desde luego. Cuando empezamos hace 20 años con el proyecto de Formación Universitaria muchos nos tacharon de “locos”. La idea de la formación sin el aula “de ladrillo” no encajaba en la mente de la mayoría. Hoy nadie lo cuestiona, pero entonces muy pocos apostábamos por un modelo educativo donde el alumno se convierte en el eje del aprendizaje. Hoy contamos con 600 programas formativos y una plantilla de profesionales que supera las 200 personas.

Lo que no cabe duda es que hoy, dos décadas después, se sitúan como la institución académica líder con más de 100.000 alumnos formados, cuéntenos, ¿cómo se consigue esto?

Después de 20 años, nuestra filosofía sigue siendo la misma, y creo que esta es la clave de que hayamos conseguido que más de 100.000 alumnos hayan podido crecer gracias a la formación. Para nosotros, ellos siempre están en primer lugar, sus necesidades e inquietudes son prioritarias, y satisfacerlas ofreciendo opciones a su medida es nuestro objetivo. Además, están el resto de stakeholders, nuestros compañeros de viaje, gracias a los cuales hemos ido creciendo, aprendiendo y enriqueciéndonos de sus aportaciones. Nuestras relaciones con ellos se basan en la transparencia y la confianza, y esta combinación ha contribuido a crear lazos sólidos y perdurables.

Fundación Universitaria

“Creo que el modelo educativo más demandado a corto plazo será el mixto, en el que el alumno presencial estará asistiendo al mismo curso/clase que el alumno digital”

La llegada del Covid ha supuesto un cambio de hábitos en muchos sentidos, menor presencialidad, desplazamientos reducidos, una forma diferente de consumir… Y lo que es más importante, una transformación digital que también se ha notado en la formación, ¿no es así?

Efectivamente hay un antes un después tras la pandemia de la COVID 19. Ahora estamos en un periodo que podríamos llamar “intermedio”, es decir, en una fase de adopción de nuevos hábitos que han llegado para quedarse. Se trata de una transformación que implica, no sólo la reinvención profesional continua, en lo que se refiere a la adquisición de nuevos conocimientos, sino en la manera de relacionarse con el aprendizaje: nuevos entornos para el aprendizaje, virtuales, sincrónicos, donde prima la autonomía del alumno y, por supuesto, una oferta formativa de aprendizaje personalizada, con unos niveles de calidad elevados.

Esta nueva exigencia de adquisición de conocimientos y de reinvención profesional nos afecta y nos afectará a todos los que estamos y estemos en el actual y futuro mercado laboral.

¿Cómo ha influido esa transformación digital en las personas?

La Covid ha traído cambios muy importantes en las empresas y los negocios, y esto ha repercutido obviamente en las personas. Esta pandemia ha puesto a prueba lo que “tradicionalmente” dábamos como válido (entornos presenciales, cambios controlados, etc.) y esto se ha traducido en la necesidad de estar continuamente actualizados, porque los cambios son rápidos e imprevistos. También ha evidenciado la necesidad de una cualificación digital porque, no se nos olvide, hoy un importante sector de la sociedad está conectado de forma continua. Esto se ve, por ejemplo, en las redes sociales y su poder de influencia, colaboración y viralidad. Es el aquí y el ahora. Además, estamos asistiendo a la consolidación del concepto de “a la carta”. Es el cliente, el alumno, el comprador, el que elige como y desde donde se beneficia de su elección (formativa, de producto…), participando en la toma de decisiones de forma activa. Herramientas como Skype, Whatsapp, entornos como Microsoft Teams, han roto las barreras temporales y espaciales y ahora el mundo es el objetivo.

Ha escrito recientemente un libro que lleva por título “El libro del neuroemprendedor, de tu idea al éxito”, ¿el emprendedor nace o se hace?

La respuesta es clara, el emprendedor puede nacer, pero en su mayor parte los emprendedores se hacen. En la actualidad vivimos un momento crucial en el que estamos asistiendo a un cambio en las tendencias productivas. Europa camina hacia el autoempleo, en el que los profesionales han encontrado el medio de ganarse la vida creando sus pequeños negocios, startups o empresas. Por tanto, y tal y como se desprende del libro que menciona, emprender es una actitud que lleva inherente trabajo, esfuerzo y mucha implicación, pero también es una manera muy gratificante de formar parte de la construcción del futuro.

Por último, ¿hacia dónde se dirige esta transformación en la manera de aprender, innovar y capacitarse? ¿Cómo imagina el futuro de la formación en profesionales y empresas?

La Covid ha propiciado el auge de la formación no presencial. Actualmente están coexistiendo los modelos presenciales, no presenciales y mixtos. Personalmente creo que el modelo más demandado a corto plazo será el mixto, en el que el alumno presencial (aula física) estará asistiendo al mismo curso/clase que el alumno digital (at home).

Las aulas físicas van a ser espacios abiertos con talleres que permitan el aprendizaje experiencial y la co-creación del aprendizaje (tipo networking formativo). Los centros formativos tendrán toda la tecnología requerida para el alumno at home y, también, tendrán espacios para trabajos en grupo, aulas de innovación, etc. para el alumno presencial. La integración de la tecnología que han hecho la mayoría de los centros de formación desde el inicio de la pandemia está cambiando y cambiará los métodos y las metodologías de aprendizaje.

El reto que debemos afrontar es el constante cambio al que estamos siendo sometidos, donde la capacidad de aprender, desaprender y reaprender será el pan nuestro de cada día. El reto de todos los centros de formación será permitir que los alumnos se construyan a la carta sus propios itinerarios formativos. Es decir, poner al alumno en el verdadero centro de la estrategia de cada centro de formación permitiéndoles elegir y adquirir los conocimientos y competencias que verdaderamente quieren y necesitan. Esto les permitirá crear y trabajar en empleos y profesiones que aún no existen.