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Los MOOCs (Massive Open Online Courses), en español el CEMA (Curso en Línea Masivo y Abierto), son cursos online
en los que puede matricularse cualquier estudiante de manera gratuita. George Siemens y Stephen Downes fueron los primeros en crear uno al que denominaron ‘Connectivism and Connective Knowlege (CCK08)’; a partir de ese momento, con el desarrollo
de la revolución digital, empezaron a tener una mayor presencia en el ámbito educativo desde 2008. Desde entonces no han parado de crecer. Muchos centros educativos, públicos y privados, sobre todo universidades, los ofrecen como
parte de su formación abierta y en línea, siendo un recurso destinado a los programas de gestión y divulgación del conocimiento a través de las TICS.
Plataformas como Cursera (más de 16 millones de usuarios), Udemy o Edx (fundada por el MIT y Harvard) han crecido exponencialmente en los últimos años ofreciendo miles de cursos en distintos idiomas (predominando en inglés, español, c y en ellas, universidades y centros formativos online ofrecen también cursos gratuitos.
¿Qué beneficios aporta este formato educativo?
Principalmente, tanto para instituciones educativas como para alumnos, la oportunidad de ofrecer y explorar ramas del conocimiento diferentes (complementarias) y adquirirlo (de manera gratuita) al tiempo que se promueve el aprendizaje autónomo. De hecho, se podría decir que los MOOCS pueden contribuir a que muchos alumnos se decidan a escoger un tipo de estudios u otros gracias a esta primera toma de contacto y al conocimiento que aporta de los medios, metodologías y docentes de la institución que lo ofrece.
Los MOOCS ofrecen programas formativos muy diferentes que aprovechan las diferentes posibilidades que brinda el ámbito digital e internet junto a las nuevas tecnologías: contienen lecturas, materiales audiovisuales de apoyo, actividades y evaluaciones que contribuyen a saber si se está asimilando el contenido. En este sentido, podríamos decir que hay pocas diferencias con cualquiera otra formación a distancia.
¿Por qué los centros educativos deberían recurrir a los MOOCS?
En primer lugar, porque es una manera de compartir conocimiento y abrir el centro a la sociedad. Por otro lado, da la oportunidad a los alumnos de conocer las metodologías y especialidades que dispone el centro para que los estudiantes puedan experimentar. De esta manera, pueden decidir si una rama del conocimiento les resulta interesante o, por el contrario, piensan que les gustaría formarse en otro tipo de estudios. Esta primera experiencia, además, permite ofrecerle posteriormente programas formativos, no gratuitos, que se ajusten a sus necesidades.
Las empresas, además, tienen en los MOOCS un método accesible y abierto para desarrollar la formación continua o la asimilación de conceptos clave a nuevos empleados; mientras que para los centros educativos es una oportunidad para adaptar los contenidos a las necesidades específicas que los usuarios vayan demandando.
Por último, los propios MOOCS permiten una forma indirecta de monetización, en la línea del modelo freemium, a través del pago por la certificación o el título, o de algún tipo de complemento formativo que no está en abierto.
