"España es un país con un nivel de calidad en la formación muy destacable, lo que hace que el nivel de alumnos internacionales crezca exponencialmente"

Belén Arcones Tejedor, directora general de IMF Business School.

REDACCIÓN TUMASTER.COM 05.05.2020 10:30
Publicado en Educaedu

belen arcones tejedor

Belén Arcones (1972) es directora general de IMF Business School, institución de formación de postgrado por la que han pasado más de 125.000 alumnos y más de 5.000 empresas en sus 20 años de trayectoria. Doctora en Economía, Empresa y Finanzas por la Universidad Camilo José Cela, máster en Innovación y Gestión del Conocimiento, ha ejercido tanto en la empresa privada como en la administración pública. Tras siete años en el Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo, fundó IMF junto a Carlos Martínez, actual presidente.

Durante su etapa en IMF, Belén ha sido premiada con la Medalla de Oro al Mérito Profesional con Distintivo Rojo por el Consejo General de Relaciones Industriales y Ciencias del Trabajo, la Medalla de Oro al Mérito Profesional de Relaciones Industriales y Ciencias del Trabajo con Distintivo Rojo por el Consejo General de Relaciones Industriales y Licenciados en Ciencias del Trabajo, y la Medalla de Oro al Mérito Profesional por el Foro Europa 2001. Además, ha sido reconocida entre las 10 Mejores Directivas de nuestro país en la 6ª edición de Las Top 100 Mujeres Líderes en España, y ha recibido el título honorífico de Embajadora de la Paz por la Organización de las Américas para la Ética en la Educación (ODAEE).

¿Cree que el perfil del alumnado que busca formación de máster y posgrado en España ha cambiado de forma sustancial a lo largo de los últimos años?

La formación a lo largo de la vida se ha convertido en una herramienta básica de crecimiento y mejora profesional en un contexto tan cambiante como el actual, evidencia que ha hecho que la opción de hacer un máster o postgrado se haya extendido. La oferta se ha ido ampliando con programas en múltiples áreas de conocimiento y especializaciones. El espectro de precios se ha ampliado también, permitiendo que perfiles que no podían plantearse hace 20 años hacer un máster, lo puedan hacer. IMF nació con la vocación de democratizar la formación y, a día de hoy, llevamos más de 125.000 alumnos formados apoyando esta tendencia.

¿En qué sentido diría que lo ha hecho?

La situación socioeconómica del país, desde la crisis del 2008, los constantes avances tecnológicos, los cambios de usos y costumbres de la sociedad, hacen que el mercado laboral y las empresas deban adaptarse o reinventarse para sobrevivir. Esto obliga a contar con profesionales especializados y capaces de acomodarse también a los nuevos escenarios que van surgiendo.

Por otra parte, la mayoría de los profesionales, en un contexto como este, si quieren ser competitivos tienen que aportar valor y desarrollar competencias que les permitan crecer, adaptarse o reorientar su carrera en un momento dado. Esto ha hecho que cada vez más personas se den cuenta de que la formación hoy es un básico, por lo que el perfil que demanda formación de postgrado y/o máster se ha ampliado significativamente.

¿Cómo cree que se ha modificado la percepción que tienen los alumnos del valor que les aporta incorporar un máster a su currículum?

Durante mucho tiempo, un máster o postgrado era un elemento que ayudaba a superar la criba en un proceso de selección. Hoy en día ya todos somos conscientes de que la titulación debe acreditar conocimientos y competencias que deben hacerse visibles en el desempeño profesional. La competitividad del mercado es tal que cuando un alumno se acerca a una institución académica como IMF, lo que busca es aprender. Una experiencia de formación con un fuerte componente de aplicación práctica y especialización.

"La formación online está convirtiéndose en protagonista y alternativa ideal de reciclaje, mejora profesional y personal"

¿Cómo diría que está evolucionando la distribución entre la modalidad presencial y las modalidades a distancia y online en el contexto de la formación española de posgrado?

La tendencia de crecimiento de la formación online es una evidencia clara. Desde 2010 se ha duplicado el interés, más aún ante la situación de confinamiento que estamos viviendo, convirtiéndose en protagonista y alternativa ideal de reciclaje, mejora profesional y personal.

La formación presencial siempre se percibió como la mejor opción, "la de verdad", mientras que la formación a distancia u online era la alternativa que quedaba cuando no se podía acceder a la presencial por costes, por tiempo. Hoy en día, en IMF estamos demostrando que la formación online, bien ejecutada, es una opción de aprendizaje extraordinaria: se adapta a tu ritmo, te permite profundizar en los ámbitos que más te interesan y tiene poco que envidiar a la formación presencial gracias a tecnologías tan innovadoras como nuestro LiveRoom, que permite vivir la experiencia de una sesión presencial virtual en tiempo real prácticamente idéntica a la formación presencial tradicional.

¿Cómo evoluciona el alumnado de procedencia internacional?

En el caso de IMF Institución Académica tenemos alumnos de más de 100 países. La globalización y la tecnología permiten que alumnos de cualquier continente del mundo elijan IMF como camino para acceder a una titulación de máster o postgrado europea. España es un país con un nivel de calidad en la formación muy destacable y así se reconoce, lo que hace que el nivel de alumnos internacionales crezca exponencialmente.

Por otra parte, nuestra estructura organizacional simplifica este tipo de situaciones críticas. Funcionamos por equipos de trabajo autoliderados en los que se estimula el liderazgo personal y la autonomía de cada uno de los equipos. Este tipo de dinámicas y actitudes están siendo determinantes para que la organización no se haya resentido hasta la fecha.

La pirámide de la edad de la población en España se ha invertido completamente y, aunque el espectro de perfiles y edades se ha ampliado, el crecimiento de la demanda de formación de máster y postgrado es limitada objetivamente.

¿Y en el caso de la Formación Profesional?

La formación profesional por fin está encontrado el lugar que merece tras años de ignorante desprestigio. Por fin se reconoce el hecho que la formación profesional tiene un nivel de especialización y unas competencias diferentes y más adecuadas para puestos técnicos que son críticos en las empresas.

Como en el caso de los másteres y postgrados, la empresa y el mercado orientan la captación del talento adecuado. No se lleva el puesto quien más títulos tiene, sino el que tiene la formación más adecuada para el puesto que va a desempeñar y la formación profesional hoy en día responde a una demanda cada vez más amplia de perfiles especializados. El número de alumnos en FP en nuestro centro se duplica año a año.

"Nuestros alumnos de formación presencial pasaron de un día a otro sus sesiones presenciales tradicionales a la modalidad presencial virtual"

¿Puede explicar de qué manera ha impactado la emergencia sanitaria causada por el COVID a su institución? ¿Lo ha hecho en la misma medida para quien sigue una formación de máster o posgrado que para quien sigue un curso de formación profesional?

En IMF Institución Académica llevamos 20 años trabajando en formación online, invirtiendo en plataformas y las mejores tecnologías, pensando en que nuestros alumnos de online tuvieran la mejor experiencia de formación. Nunca pensamos que este esfuerzo iba a beneficiar a los cientos de alumnos presenciales que tenemos actualmente, como respuesta a una emergencia de esta naturaleza.

Todos nuestros alumnos de formación presencial, tanto de másteres como de formación profesional, pasaron de un día a otro sus sesiones presenciales tradicionales a la modalidad presencial virtual. El impacto fue poco por las grandes sinergias entre las modalidades. Pudimos dar respuesta inmediata y adaptarnos a la situación, desplegando toda la Logística tecnológica. Hoy en día siguen su formación con normalidad, ya que nuestros docentes están especialmente formados para ese cambio de modalidad.

Una línea que trabajamos de forma continuada es la de masterclass y eventos con la posibilidad de disfrutarlos siempre online y presencialmente; con esta situación hemos intensificado las temáticas, entendiendo que es un momento en el que nuestra audiencia es cuando más fácilmente puede disfrutarlos y es nuestra mejor vía para aportarles valor.

¿Cómo está influyendo esta crisis en sus canales y procedimientos de comunicación y captación?

Trabajamos con una comunicación multicanal, en el que el peso del online es el proporcionalmente mayor. Aunque hemos introducido algo de publicidad en televisión, apenas ha cambiado.

Lo que más han cambiado han sido los mensajes y temáticas para tratar, adaptándolas a una situación inédita en nuestras vidas.

Y se percibe un impacto de la crisis en el resultado; estando todos en casa y la mayor parte del tiempo conectados, los canales online están funcionando mejor.

¿Han modificado las opciones de financiación de los programas?

Como decía, IMF siempre ha trabajado haciendo lo más accesible económicamente la formación para sus alumnos, haciendo un enorme esfuerzo en ajustar sus precios al máximo, para que eso no sea un problema en la decisión de matricularse. Ofrecemos financiación sin intereses y un plan nacional e internacional de becas dirigido a un ámbito muy grande de perfiles. Además, en este momento hemos ampliado estas becas a la situación, facilitando el acceso a autónomos, desempleados y profesionales en situación de ERTE.

Por otra parte, se analizan los casos críticos de los alumnos ya matriculados y se buscan soluciones financieras para que puedan seguir estudiando, aunque estén pasando un mal momento económico por esta situación.

¿Y en los procesos de formación-aprendizaje?

En los procesos de formación y aprendizaje, el COVID-19 ha provocado algo sorprendente. La situación de emergencia que nos llevó a convertir las sesiones presenciales clásicas en sesiones presenciales virtuales en grupos 100% presencial, ha provocado que personas que nunca se habían planteado esta modalidad, por esta emergencia, se vieran obligados a utilizarla. Inicialmente muchos alumnos se acercaron a ella con reticencia y dudas, y en este momento las clases se siguen con total normalidad y un alto grado de satisfacción de los alumnos.

La emergencia nos ha llevado a aprovechar recursos y utilizar aplicaciones que nunca hubiéramos imaginado, rompiendo prejuicios y barreras y abriendo múltiples caminos. Estamos ante un cambio coyuntural que nos hará crecer a todos.

"El mayor reto al que nos enfrentamos es ser capaces de ayudar a un nuevo perfil a llegar a un mercado cambiante"

¿Cuáles de los aprendizajes asimilados por las instituciones educativas como consecuencia de la crisis van a permanecer después y se incorporarán a los procesos habituales del sector?

En nuestro caso, a nivel de impartición son muy pocos los cambios que hemos vivido como institución académica, ya que estábamos técnica y tecnológicamente preparados para esta adaptación.

En la parte de gestión es donde más hemos aprendido, ya que nos vimos en la situación de desplazar a más de 200 personas del equipo a trabajar en sus casas, con un modelo de gestión de teletrabajo nunca aplicado a esa escala.

Estamos intentando que todo el mundo desempeñe tareas de valor, sea cual fuera su puesto original, pues los perfiles de recepción y eventos se quedaron sin contenido de trabajo objetivamente. Carlos y yo no nos hemos planteado en ningún momento un ERTE o cualquier alternativa similar, así que hemos creado proyectos en los que estas personas forman parte del equipo de ejecución y hoy en día estamos todos a pleno rendimiento.

Esa adaptación contrarreloj y el éxito con el que el equipo se ha adaptado al nuevo modelo de trabajo, ha permitido comprobar que también trabajar desde casa tiene ventajas por el ahorro de tiempo y dinero en desplazamientos, la conciliación o el poder trabajar de forma síncrona en un momento dado, pero también cuando a uno le venga mejor, sea la hora que sea del día o noche. Las instituciones educativas tenderemos a contratar por proyectos en lugar de por tener a una persona ocho horas al día en la oficina. Parece que nos hemos dado cuenta ahora, a pesar de que lo que estamos haciendo es mucho más difícil que el teletrabajo, porque en condiciones normales los niños están muchas horas en el colegio o fuera de casa.

¿Cómo cree que el sector de la formación española debe afrontar el reto que en este momento se le plantea a nuestro país?

El COVID-19 no ha generado una crisis puntual y aislada, sino que está provocando un cambio trascendente y el entorno de la educación debe adaptarse. Este cambio que se produce por la situación actual se mantendrá en el tiempo y está obligando a las empresas y a los sectores a adaptarse con mayor rapidez y flexibilidad a los nuevos escenarios del mercado.

La formación debe ser sensible a estos cambios y ágil en sus ofertas de formación, pero debe hacerlo con las exigencias de calidad que el mercado necesita, debe estar atenta a las necesidades del mercado y convertirse en la palanca de cambio y mejora que demanda.

La formación debe ser eficiente, debe ayudar a construir aprendizaje que el profesional pueda aplicar en su puesto, haciéndolo de forma más optima. Si esto se da, mejorará la eficiencia del trabajo, los resultados y estaremos en mejores condiciones de superar la crisis que se avecina.

Por otra parte, académicamente, la gente está percibiendo las ventajas de la flexibilidad que aporta la formación online, lo que ahorras en desplazamientos y en costes. Los centros educativos debemos saber que la memoria del alumno será menos importante y más su capacidad para buscarse la vida, o de buscar la información adecuada en el lugar adecuado, ya que los exámenes no tendrán tanta importancia como los proyectos.

Así, la formación deberá ser capaz de ayudar a un nuevo perfil a llegar a un mercado cambiante. Es el mayor reto al que nos enfrentamos.